Es clara la diferencia al ver la noticias en los medios de información internacionales (porque de los nacionales ya sabemos su línea), que mientras en los medios de los grupos millonarios de poder encabezados por la CNN sus interlocutores sonríen al saber de la asonada y penetración en Trípoli por parte de las “tropas rebeldes”, del bombardeo al palacio presidencial y de saber que los días de Gadafi están contados. Por otro lado medios informativos al servicio del pueblo como TELESUR revelan verdades y una gran preocupación para ésta parte del mundo.
Y es que el imperialismo estadounidense pensó allá por los 90 que luego de la caída del muro de Berlín todo iba a ser de maravilla para ellos, que según creyeron derrotando al bloque socialista iban a ser largos años de explotación hacia los países por esta parte de américa ya que no tendrían en quien apoyarse para los intentos de consolidar un modelo económico distinto. Y fue cierto en parte que todos los países sudamericanos, a excepción de Cuba, se amoldaron al modelo económico neoliberal que actualmente intenta perennizarse.
Pero en estos últimos tiempos se ha visto cómo países como Uruguay, Brasil, Nicaragua, Paraguay, Argentina, Bolivia, Chile (hasta antes de Piñera), últimamente Perú, y las necias Cuba y Venezuela (tómese necedad como la canción “El necio”del Silvio) están haciendo intentos de optar por vías distintas al modelo económico anteriormente mencionado, planteando soluciones algunas menos radicales que otras para resolver problemas enormes como la pobreza que acarreamos tristemente desde el inicio de la “bella” etapa republicana.
Hasta éste punto es más que notorio resaltar que son justamente los recursos naturales que a ellos les falta y que a nosotros nos sobra (si es que empezamos a administrarlos adecuadamente) los que les han hecho mirar a otras partes del mundo un tanto más lejanas. Países lejanos que entre dictaduras, gobiernos militares, civiles, monárquicos, democráticos, etc. son propiamente de estilo oriental y no occidental que es lo que el imperialismo norteamericano y europeo andan auspiciando por el mundo tras el disfraz de la “democracia”.
Es por ello que tras el pretexto de Las Torres Gemelas empezaron ésta travesía de injerencia militar en oriente con sus primeros blancos en Afganistán e Irak, cuya acusación fue el de auspiciar el terrorismo protegiendo según ellos a Bin Laden y el de tener armas nucleares en su territorio. A estas alturas y luego de 10 años no han encontrado ni una ni otra cosa y lo que sí hicieron fue convertirlos en su cuartel y derrocar y asesinar a Hussein para implantar la “democracia” al fiel estilo occidental. Actualmente sabemos que hay quienes siguen en pie de lucha y no descansarán hasta ver fuera de su territorio a tanto asesino yanqui que no ha hecho más que destrozar por completo su nación.
Decidieron darles tregua a los países vecinos agredidos y se vinieron a divertir un poco con Honduras y Haití. Y tras masacrar y poner nuevo gobernante en uno e invadir so pretexto de llevar ayuda por el cólera al otro, decidieron regresar a continuar con sus planes en el medio oriente.
Entonces como la idea es apoderarse de aquellos países problemáticos que no se someten completamente a sus intereses, decidieron entrar en Libia disfrazándola de una falsa revolución, como sí lo fue en Túnez o Egipto donde el pueblo harto de tanto despotismo decidió enfrentar en las calles a jefes de estado que no tenían la más mínima intención de gobernar con justicia y sí de seguir llevándose en arcas toda la riqueza posible.
He aquí un punto importante que no está de más aclarar, y es que cuando se da una verdadera revolución no se entra en la locura de destruir todo lo que se atraviese en el camino para conquistar una liberación, se crean zonas estratégicas tanto de la lucha civil en las marchas como de los que combaten con las mismas armas que por años siempre los han reprimido. Pues éste no es el estilo occidental, el estilo de EE.UU y la OTAN (auspiciado por la ONU, que da lo mismo) es acabar con todo con tal de tomar el control, dentro de eso se incluye el bombardeo de hospitales, colegios y zonas de población civil donde ni los satélites han encontrado razón alguna de haberlo dejado todo hecho cenizas.
Inventaron un disque bombardeo a una manifestación de derechos humanos por parte del gobierno libio, cosa que ya un comunicado de Rusia ha desmentido, y como cualquier excusa es perfecta, al día siguiente ya habían focos armados hasta los dientes (todo había sido planeado) y a la velocidad de la luz se reunieron el pastor y su rebaño en la ONU y decidieron mandar a la siempre “salvaguardora de la paz” del atlántico OTAN quien con su vocera Francia oficializaron el ingreso militar al territorio oriental Libio. De esto ya 7 meses y lo que conocemos ahora tras la entrada a Trípoli (capital libia) es que se está discutiendo abiertamente a quién le va a tocar mayor cantidad de lotes petroleros, que es lo que finalmente los condujo a ésta locura invasora.
Y bueno, sigue en la lista Siria cuyo presidente ya ha declarado las constantes amenazas y está claro que retomarán los planes de acciones nuevamente contra Irán a pesar de que a éstos gobiernos los respaldan sus respectivos pueblos. Y a pesar de que EE.UU y la Unión Europea tienen el malestar de la crisis económica, tomarán como se ha visto cualquier invento para hacer más interesante la película trágica en la que el pueblo, es sólo un actor extra del cual se pueden desechar cuando se les antoje. ¿Seremos quizá el próximo objetivo? Estamos advertidos.
Hasta la victoria siempre
David Morote.